Termina siempre así, con la muerte.
Pero antes hubo vida. Escondida debajo del bla, bla, bla, bla, bla… Y todo sedimentado bajo los murmullos y el ruido. El silencio y el sentimiento, la emoción y el miedo. Los demacrados, caprichosos destellos de belleza.
Y luego la desgraciada miseria y el hombre miserable. Todo sepultado bajo la cubierta de la vergüenza de estar en el mundo. Bla, bla, bla, bla, bla…
Más allá, está el más allá. Yo no me ocupo del más allá. Por tanto, que esta novela dé comienzo.
En el fondo, es sólo un truco. Sí. Es sólo un truco.
Cumplir años es el camino y la meta. La vida.
Ver amanecer con una copa en la mano. Recordar risas, tristezas… Sentirse satisfecho.
Y en todo ese proceso, disfrutar de la gran belleza.