Lana del Rey no lo ha tenido que pasar bien.
Se tiene que aburrir cantando las canciones de Born 2 Die. Desidia.
Traumas incurables de asumir una personalidad que no es la tuya, de adaptarte al gusto de una mayoría que te asegure las escuchas, la fama (que no el éxito) y que hablen de ti, da como resultado esa desgana cantando todo IGUAL. Esto no es lo que tiene que transmitir un disco.
Qué malo es crear expectativa para solo defraudar.
Muy bonito, muy bucólico todo como banda sonora para sus photoshoots, pero muy pobre, muy lamentable para rellenar un directo sin adornos, sin estrategia que abalen esas pistas calcadas.
Al final, el fracaso y las críticas de su actuación en Saturday Night Live no serán casualidad.
Para pausar un poco tanta negatividad, la única que más o menos me ha despertado ha sido «Lolita«, pero estoy casi segura de que ha sido porque en ese corte abandona un poco ese tono de ultratumba que se pega en el tímpano cual lapa.
Posiblemente todo lo que huele a prefabricado ya lleva la etiqueta de bluff, pero predisposiciones a parte, no poder terminar de escuchar un disco siempre es mala señal.