Otro 20 de enero de cierre y de principios, de cambios y de vueltas a la normalidad. De línea de salida.
Esta vez los recibimos bajo el cielo de Madrid, con las risas de los 20, y la aventura de los 32 en forma de patadones ninja tremendos que me avisan lo que está por llegar.
El regalo viene incorporado, el más bonito de todos. El mejor que vamos a hacer.
Y ahora, brindemos, aunque sólo sea para mojarnos los labios.