Que el cumpleaños de Freddy Mercury sea el 5 de septiembre, ha querido la casualidad que se convierta en el aviso de que llega el mes protagonista de una de las actuales guías fiables sin el tufillo a último gran éxito.
Los Mercury Prize, elegidos por un nutrido grupo de músicos británicos y con un criterio presumiblemente ajeno a tendencias ni a dinero fácil, han dado cada año desde 1992, un conjunto de doce discos imprescindibles. Este año, la lista en la que había veteranos en nominaciones como Adele, y también ganadores anteriores como Elbow, nos conforma un recopilatorio de lo mejor en cuanto a discos editados durante este año en sonido y fima british.
Nunca ningún artista ha ganado dos veces un Premio Mercury, pero como para todo siempre hay una primera vez, Polly Jean Harvey volvió a su papel de vanguardista y se alzó con el Album Of The Year por Let England Shake, mucho patriostimo y mucha rumorología previa que avisaba de que los ingleses no iban a dejar escapar esta oportunidad de homenajearse a sí mismos, y además darle otro premio a su otra reina.
Porque ellos -los británicos- no necesitan justificarse, y encima, nos gusta.